El cliente
Una de las mayores empresas de logística del levante español, conocida por su extensa red de almacenes y sus avanzadas tecnologías de automatización, buscaba mejorar su postura de ciberseguridad para proteger las operaciones críticas y los datos confidenciales.
El almacén logístico funcionaba con una compleja interconexión de tecnología WiFi, en la que las tareas automatizadas y los sistemas robóticos dependían de la conectividad inalámbrica.
Esta amplia superficie de ataque planteaba riesgos significativos, ya que un ciberataque exitoso podría perturbar gravemente la continuidad del negocio, provocando paradas operativas y pérdidas financieras.
La empresa gestionaba varias redes inalámbricas, incluidas redes dedicadas a operaciones de almacén, comunicaciones corporativas y acceso de invitados. Cada una de estas redes presentaba vulnerabilidades únicas y requería medidas de seguridad a medida.
Además, la presencia de varios almacenes interconectados añadía niveles de complejidad a la arquitectura de red, por lo que era imperativo garantizar una seguridad sólida en todas las ubicaciones.
Evaluación de riesgos: Realización de una evaluación exhaustiva para determinar la probabilidad de éxito de posibles ataques tanto a los dispositivos como a la información sensible que gestionan.
Evaluación de los mecanismos de seguridad: Evaluación de la eficacia de los sistemas y mecanismos de seguridad existentes, como cortafuegos, soluciones antivirus y protección de equipos finales, para garantizar que puedan detectar y responder con éxito a posibles ataques.
Planificación de mejoras: Elaboración de un plan de mejora realista y viable para los sistemas de información, que aborde los riesgos planteados por las vulnerabilidades detectadas y se ajuste a las mejores prácticas del sector.
Pruebas de penetración en redes inalámbricas: Realización de pruebas de penetración específicas en las redes inalámbricas para simular situaciones de ataque reales, identificando puntos débiles en los protocolos de cifrado, los procesos de autenticación y la segmentación de la red.
Verificación de la capacidad de los sistemas o mecanismos de seguridad para detectar y responder con éxito a los ataques (cortafuegos, antivirus, protección de equipos finales).